ELEGÍA A MARIO BENEDETTI
Dicen que te llamaste Mario Benedetti
que naciste en Uruguay un 14 de septiembre de 1920
que fue en Paso de los Toros
partido de Tacuarembó en el Uruguay
Dicen que nos dejaste hoy por la tarde
que remontaste tu ¿último? vuelo en alas de la eternidad
dicen con asombro/ a pesar de saberte agonizante
dicen con estupor /porque nadie puede aún creerlo
Vos ya no decís nada
Sólo sé que no te gustaba la palabra muerte
y no la tuteabas
Porque no te gustaban los desaparecidos
ni las burlas de la historia que no reconocía a los próceres
Que filosofaste en poemas
y te abrazaste con los grandes
de la verdadera historia
yo digo que tal vez te estén abrazando ahora
el hombre de la paz /Allende
o saludes a Artigas/ o a Neruda
Tal vez a Soledad Barret y su viejo abuelo anarco
y no sé cómo hacer para evitar este dolor
que como un cauce de veneno
ese veneno que tantas veces condenaste
y que la Sociedad Rural vierte en nuestros campos
sin importar la vida de los niños
me está corroyendo el pensamiento
Voy a seguir porque sé que nunca vas a morir
porque dejaste lo que atesoraremos
como las joyas de la abuela
anarca por supuesto
Esas joyas que no tienen precio en el mercado
sino en el alma de los que te sucederemos
Y no me preguntaré por qué cantamos
porque sé cuál es el motivo
de cantarte y cantarnos
Porque el viento del exilio
no ha aventado la utopía
Porque seguiremos tirando piedritas en la ventana
y en la intimidad levantaremos la otra copa del brindis
y te rezaremos /como querías/
un padrenuestro latinoamericano
Porque la vida/ ese paréntesis
en tu caso puede decirse que fue una maravilla
porque te quiero y vaya uno a saber
por qué imperio de la nostalgia
hace que no sienta soledades
que vamos juntos con las últimas golondrinas
en un tiempo sin tiempo
a cometer nuevas transgresiones
Porque sigue lloviendo sobre el surco
y porque somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
que la canción se haga cenizas
te seguiremos cantando/ hermano
GINA ESCOBAR
Oberá, 17 de mayo de 2009
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